El Ayuntamiento de Mogán exige a Ciuca que no juegue a hacer política con las desgracias de las familias

Mogán 03-12-2013 Noticias



Los concejales de la oposición llegaron a culpar a los trabajadores sociales del Ayuntamiento de forzar la intervención de la Dirección General del Menor del Gobierno de Canarias, por remitir a ese departamento un informe social sobre los problemas de la familia en cuestión. En opinión de Ciuca, si no se hubiera emitido el informe, el Gobierno de Canarias no habría tomado cartas en el asunto.

El grupo de gobierno en el Ayuntamiento recuerda que la remisión de informes a las administraciones competentes es de carácter obligatorio para el trabajador social que tenga conocimiento de posibles situaciones anómalas, por lo que no se puede instar de ninguna manera a esconder u ocultar esas situaciones. Ello sería como instar a la comisión de un delito. Por otra parte, hacer la vista gorda como propone Ciuca no sólo es intolerable desde el punto de vista legal sino que además resulta inaceptable desde el punto de vista ético y moral, pues expone a los menores afectados a situaciones de riesgo de vulneración de sus derechos fundamentales.

Aunque Ciuca parece no haberse enterado, en los países del entorno Europeo en general y en España en particular, la protección de los derechos de la infancia y el interés superior del menor debe prevalecer siempre ante cualquier otra circunstancia.

Entre las frases que Ciuca dedicó a los Servicios Sociales municipales durante el citado programa de radio, figuran acusaciones como que los trabajadores sociales “amenazan a las familias que acuden a los Servicios Sociales con quitarles a los niños si no los pueden mantener”, “meten miedo a las madres”, “no realizan un trabajo preventivo real con las familias” y “cuando declaran una situación de riesgo informan a la Dirección General del Menor para no tener que trabajar con las familias”. En el colmo de la crítica desmedida, afirmaron también que los trabajadores sociales de Mogán han sugerido a madres con problemas económicos que “vuelvan a la vida de antes para mantener a sus hijos” o que se aportan alimentos a punto de caducar a las familias más necesitadas.